Los problemas ligados a tu nueva vivienda que nadie te cuenta

Las cifras indican que en la actualidad el mercado inmobiliario está inmerso en una etapa de recuperación, siendo esto a su vez indicador de que cada vez se compran más viviendas en España. La gran mayoría de los compradores están optando por pisos y apartamentos que forman parte de un edificio, por lo que, contarán con gran número de vecinos con los que la convivencia no siempre resultará tan sencilla como inicialmente uno creía.  Y es que, lo más común es tener algún problema, siendo los más comunes relacionados con la administración de fincas y con las comunidades de propietarios los siguientes:

  1. El primero de los problemas es la morosidad, raro es la comunidad de vecinos en la que no existe algún o algunos propietarios que se retrasen en los pagos o que directamente no los realicen. Algo que sin duda causará mal estar entre aquellos que realizan mensualmente sus pagos.
  2. El segundo de los problemas son los molestos ruidos, y es que, para desgracia de cualquier comunidad de vecinos que se precie, siempre existe alguno que tiene horarios no compatibles con los de los demás, empeñándose en pasar la aspiradora a las 6:00 de la mañana, arrastrar los muebles a horas intempestivas, etc.

Además de los dos anteriores, existen muchos otros problemas que surgen cuando uno forma parte de una comunidad de propietarios. En el caso de que el edificio sea antiguo, por ejemplo, uno se tendrá que acostumbrar a las interminables reformas, primero uno, luego el otro y así hasta que todos hayan sido reformados. Otro gran problema surgirá cuando el edificio requiera mejoras o solucionar problemas que han ido surgiendo con el paso de los años, en este caso será necesario la realización de obras en zonas comunes que serán sufragadas por todos y cada uno de los moradores del edificio, aunque probablemente no todos estarán igual de contentos con ello.

Evitarse algunos de estos problemas que traen de cabeza a muchos de los vecinos de una comunidad de propietarios pasa por una solución tan sencilla como contar con un profesional de la administración de fincas.

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