Si existe una forma de preservar tu capital y generar ingresos es invirtiéndolo, el principio de cualquier inversión es ganar, incrementar nuestra aportación y en poco tiempo verlo crecer. Formas de invertir existen muchas pero una de las más seguras son las inversiones inmobiliarias.
Entrar en el mundo de la comercialización de inmuebles te obliga a sumergirte en un mercado que, aunque ocasionalmente puede fluctuar, resulta bastante seguro. Algunos inversores asumen que se trata de un sector que siempre guarda nuevas oportunidades, sobre todo porque sus operaciones giran alrededor de bienes de primera necesidad.
Normalmente las inversiones inmobiliarias tienen un crecimiento progresivo, algunos pueden ganar dinero con inmuebles que compraron a precio de saldo y después de un tiempo los venden más caros. La posibilidad de beneficiarte de un arriendo también puede ser un camino despejado para obtener ganancias sin mucha complejidad.
Antes de la caída del sector en 2008, invertir en pisos y casas representaba una apuesta segura, los inmuebles siempre tendían al alza. Los momentos de crisis dejaron claro que la inversión inmobiliaria no es infalible, sin embargo siempre habrá ávidos inversores que con buun buen asesoramiento y sin excederse en deudas pueden obtener excelente rentabilidad.
Para cualquier persona es importante tener donde vivir y dar con un techo seguro para toda la familia es absolutamente necesario, así que las viviendas son el producto que encabeza las inversiones inmobiliarias. Sin embargo, la compra de oficinas, locales comerciales, garajes y casas rurales empiezan a mostrar una rentabilidad altamente competitiva.
Una de las principales ventajas de los bienes inmuebles es que te ofrecen la oportunidad de tener varias alternativas para ganar dinero, la rentabilidad de un bien inmueble está en cierta forma protegida.
Algunos utilizan este tipo de inversión como fondo de jubilación para tener ingresos adicionales a largo plazo gracias al alquiler continuo, otros solo retienen el inmueble para luego capitalizar una cantidad mayor al de su inversión. En muchos casos puedes esperar que la demanda aumente y mejoren los precios para obtener una buena ganancia.
Existe la posibilidad de delegar su administración a un tercero, en ese caso puedes contactar con una empresa inmobiliaria y lograr que ellos gestionen tu propiedad. Tienen capacidad para vender o rentarlo bajo las condiciones más idóneas para ti a cambio de una comisión por contrato.
Áreas de oportunidad en las inversiones inmobiliarias
Existe una cadena de crecimiento sobre las inversiones inmobiliarias, desde hace algunos años ese sector no ha presentado pérdidas o descensos importantes, por ello puedes confiar en que tu capital estará protegido, en realidad para los últimos años el valor de alquiler de los inmuebles se ha incrementado.
Lo ideal es que antes de invertir en pisos y casas calcules cuánta rentabilidad te puede generar, esto se logra si mides en qué tiempo puedes recuperar el total de tu inversión si la pones en alquiler.
Muchos expertos en este sector recomiendan hacer inversiones pausadas, pensadas para obtener ganancias del arrendamiento o incluso buscando un inmueble susceptible de reformas que mejoren su precio. Un asunto que puedes tener presente es que existe un profundo interés por invertir en pisos y casas ubicados en zonas turísticas.
Según datos que aporta el Banco de España, el alquiler de una vivienda alcanza alrededor de 3,9% de rentabilidad en un año. Advierten que se trata de un bien atractivo para la inversión, aunque en ciertas ciudades su rendimiento varía en vista de la comparativa de precios entre las ofertas de venta y alquiler.
En Madrid y Barcelona por ejemplo, existen muchos alquileres que superan el precio de venta. Ciudades como Murcia, Lérida, Tenerife, Huelva y Cuenca, estarían ubicadas entre las más rentables para alquilar tu propiedad.
Tipos de inversión
Existen varias forma de ganar dinero con las inversiones inmobiliarias y lo primero es que realices la inversión, pues si no cuentas con un inmueble debes primero adquirir uno. Es decisivo que no tengas deudas ni pasivos con el banco si quieres optar por alguna vía de financiación.
Vamos a describir detalladamente algunas de las alternativas que te aguardan a la hora de decidir invertir en pisos y casas.
Quiero comprar un inmueble y alquilarlo
Como señalamos antes esta estrategia te permite ganar beneficios a largo plazo, aunque es importante que consideres los gastos de mantenimiento que tendrá el inmueble. Evalúa su ubicación y los el precio de los servicios en el vecindario, eso puede jugar a favor o en contra de tu balanza de pagos.
Cuando ejerces de arrendatario hay ciertas tareas que tendrás que realizar, a tus inquilinos tienes que prestarles un servicio y estar atento a sus demandas. Esta es la tarea que podrías delegar a una inmobiliaria, ellos gestionan la propiedad y seleccionan el inquilino, este servicio te libera de la tarea pero tendrás que sacrificar un poco de tu ganancia por el pago de comisiones.
Una de las ventajas de este tipo de inversión es que se trata de adaptar presupuesto y no necesidades, cuando buscas una vivienda para invertir puedes seleccionar cualquier tipo desde un piso unipersonal hasta un edificio entero. No está demás buscar asesoramiento como inversor, esto te permitirá evaluar mejor la rentabilidad de la inversión.
Uno de los riesgos latentes en este tipo de inversión es que tardes en conseguir inquilinos o que dejen de pagarte, eso puede ponerte en aprietos si debes cumplir con una hipoteca o el pago de cuotas de financiación.
Comprar inmuebles para revenderlos
Puedes realizar inversiones inmobiliarias aprovechando precios bajos, en ocasiones algunos propietarios deciden vender en el mercado de segunda mano y muchas veces lo hacen sin realizar ninguna mejora a la infraestructura.
Hay muchos pisos y casas que pueden mejorar su valor con algunas reformas, el estado de una vivienda puede variar su precio hasta en un 15%. Si tienes el capital disponible puedes localizar una propiedad que requiera algunas reformas y al ejecutarlas lograrás venderlo a un precio mayor, esta opción puede ser una forma rápida de hacer crecer tu dinero.
Lo ideal es que se trate de pequeñas reformas, que no te exija demasiado tiempo y puedas realizarlas controlando los gastos. Te recomendamos que busques presupuestos para calcular lo que debes invertir en reformas y no estaría demás solicitar un avalúo del inmueble para descartar problemas complejos en la estructura.
Este tipo de inversiones inmobiliarias parecen muy apetecibles y resultan tentadoras, pero debes tener claro que tendrás que dedicar tiempo, buscar la contratista que ejecute la renovación y evaluar qué cambios hay que realizar. Si no cuantas con la disposición de enfrentar esta tarea, este tipo de inversión no está hecha para ti.
Arrendamiento de inmueble con utilidad
En este caso se trata de inmuebles donde se alquila la estructura y también tienen un valor o utilidad extra en su interior, por ejemplo si alquilas un local y cuenta con maquinaria o activos para realizar alguna actividad.
También hay casas donde se tiene espacio o terreno que puede ser utilizado para sembrar o producir frutos, esa área representa un valor de explotación y gracias a ello el inmueble tiene un precio de arrendamiento mayor.
Dentro de este tipo de inversiones inmobiliarias debemos sumar los pisos y casas rentadas con fines turísticos, aunque se trata de contratos por una temporada corta su rentabilidad puede llegar a ser mayor que la de un alquiler convencional.
Cuando inviertes para fines turísticos debes contratar servicios de promoción, administración de inquilinos y gastos de mantenimiento que implica tener las instalaciones en óptimas condiciones para atraer más visitantes. Esta forma de inversión puede ser bastante lucrativa pero demanda que inviertas tiempo y especial atención a los movimientos de arrendatarios.
Inversiones pasivas
Este tipo de inversiones inmobiliarias son las que se realizan a través de equipos de inversores, la idea es unirse a una sociedad donde se junta el capital de muchos para realizar grandes inversiones, pueden ser edificios empresariales, centros comerciales o conjuntos residenciales.
Bajo esta modalidad cada inversor obtiene sus ganancias sin tanto esfuerzo y con menor riesgo, lo mejor es que toda la carga administrativa y operativa queda en manos de quienes estén al frente de la sociedad. Este fondo de inversiones funcionará con tu dinero pero no serás tú quien ejecute tareas para que su crecimiento.
Consejos para invertir en inmuebles
Cuando empiezas con el negocio para convertirte en inversor hay algunos errores que es común cometer, bien por desconocimiento del mercado o por pretender correr antes de aprender a caminar, lo ideal es dar un paso a la vez.
Veamos cuáles creemos son los errores más comunes y esperamos sean una buena alerta para que tu andar por el mercado inmobiliario sea altamente fructífero.
Endeudarse
Sabemos que cuando tienes a la mano la posibilidad de contratar un préstamo para reinvertir ese dinero en un inmueble lo haces con la finalidad de aprovechar la oportunidad y que nadie más se te adelante. Ahora bien, esta opción solo es buena si te resulta económico y no terminarás pagando dos veces más que lo pagado en el inmueble.
Es conveniente que tengas músculo financiero para asumir este compromiso, lo mejor sería contar con un ingreso estable para que puedas pagar la deuda y no descapitalizarte.
Examina muchas opciones
Aunque vayas a comprar solo un inmueble no dejes de revisar y consultar muchas opciones antes de tomar una decisión, la finalidad es elegir la que mejor se adapte a tu presupuesto pero en el mundo de las inversiones inmobiliarias conviene no apresurarse.
Tómate todo el tiempo que necesites y aguarda por una oportunidad realmente útil para tus objetivos, no te precipites.
Evalúa la ubicación
No compres inmuebles que no tengan potencial para conseguir arrendatarios rápidamente, los pisos y casas ubicadas en zonas de alto tránsito y cercanos a centros de estudios y universidades son muy atractivos.
Precio
Si algo es muy barato para ser cierto que algún defecto ha de tener, no creas en ofertas increíbles. Algunos inmuebles parecen ser una oportunidad de oro pero lo mejor es investigar la razón del bajo precio.
Si vas a comprar un inmueble que hay que reformar tómalo con calma y primero solicita la revisión de un experto, él sabrá realmente la complejidad de los trabajos de reforma y estimará los costes de su reparación.
Revisa documentos
Pídele al propietario que te permita revisar los documentos de la vivienda, verifica los nombres y datos que aparecen, compara las especificaciones del inmueble en las escrituras con las que te proporciona el propietario.
Negocia
Cualquier intercambio comercial es susceptible a una negociación no hay que demostrar que el precio establecido por el vendedor es la última palabra. Quizá el haya fijado un precio por encima de la estimación para plantarse a negociar, procura demostrar que no puedes asumir su oferta.
Cuando alguien vende está dispuesto a ceder con tal de concretar la negociación, recuerda que vender un inmueble no es fácil así que si estas cerca de quedarte con el inmueble negociar un poco no te alejará de ser la primera opción.
Invertir en inmuebles se ha convertido en sinónimo de seguridad por su rentabilidad, en este negocio los riesgos suelen ser pocos si se compara con otros métodos de inversión aunque siempre dependerá de que hagas la elección correcta cuando vayas a comprar.
En promedio una vez que realizas la inversión en menos de 3 años debes obtener rentabilidades de hasta 30%. Lo más común es que el alquiler de tu inmueble sea la forma más cómoda y estable para tener ingresos constantemente y asegurarte una entrada de dinero fija, sin embargo procura prestar atención y cuidado a la estructura y su funcionamiento.
La principal desventaja de las inversiones inmobiliarias son los pagos por concepto de impuestos, así que a la hora de fijar un precio de arrendamiento tenlos en cuenta para que puedas pagar estos compromisos con las ganancias que genere el inmueble.
Aunque tiene ciertas obligaciones invertir en un inmueble apunta hacia arriba y en positivo; es más rentable que ahorrar, te permite buscar opciones y captar precios de oportunidad, puedes invertir en preventa y hasta realizar reformas para revalorizar tu inversión.
