No pocos se plantean a lo largo de su vida lavar un poco la cara a su vivienda. Y es que, el paso del tiempo, el uso, los niños y una infinidad de cosas más acaban pasando factura a un mobiliario que ha acompañado durante gran parte de la vida.
No obstante, y tal y como comentan desde Muebles AM, “existen determinadas piezas que permanecerán inalterables a lo largo de los años gracias a su elevada calidad. Sin embargo, otras, aunque sean de una calidad excepcional acabarán por ser sustituidas con el paso del tiempo, ya que su constante uso hará que pierdan parte de las propiedades por las que fueron adquiridas. Nos referimos, por ejemplo, a sofás, sillones y colchones que han aguantado estoicamente los saltos y envestidas de los más pequeños de la casa”.
Y que levante la mano el que no haya saltado jamás encima de una cama o un sofá cuando era niño, puede que incluso ahora de mayor no haya podido resistir la tentación en alguna ocasión.
En definitiva, es hora de renovar el sofá. Toca poner en práctica todos esos consejos que unos y otros han ido aportando sin más fin que ayudar a que se acierte a la primera. ¿Los recuerdas? Son los siguientes:
- Temer presente el espacio del que se dispone, así como el número de personas por las que será empleado de forma habitual, nada de pensar en los posibles invitados, es hora solo de pensar en la unidad familiar.
- Los colores, texturas, estampados y en definitiva los materiales, dependerán en gran medida del estilo que se esté buscando. No obstante, existen algunas pautas a seguir como optar por estampados para los lugares más sobrios y valerse de los tonos complementarios en el resto.
- Por supuesto, el sofá debe ser probado, y debe ser cómodo o extremadamente cómodo para los futuros dueños. Su armazón debe ser suficientemente rígido para soportar el peso de todas las personas que vayan a ocuparlo sin que ceda y sus cojines deben ser mullidos, aunque no tanto como para que uno se hunda en ellos.
Aunque no para todas las personas, existe un amplio grupo para el que es importante que los sofás cuenten con reposacabezas, así como otros para los que el hecho de que los asientos sean deslizantes es un requisito imprescindible.
Existen sofás para todos los gustos, dar con el más adecuado es solo cuestión de acudir al lugar adecuado en su búsqueda.
