Es habitual que las viviendas de aquellos lugares en los que es frecuente superar los cuarenta grados a la sombra en época estival dispongan de aparatos de aire acondicionado.
Sin embargo, en otras zonas del país alcanzar estas elevadas temperaturas no es para nada habitual, aunque a veces el calor apriete tanto como en el sur, caso por ejemplo de la franja cantábrica, por lo que el número de hogares que disponen de aire acondicionado en estos casos son una minoría.
Pero, ¿es posible mantener la temperatura de la vivienda por debajo de la exterior sin emplear aire acondicionado?
Pese a que a priori pueda parecer un imposible, lo cierto es que con sencillos trucos es fácil lograrlo.
“Para mantener la vivienda fresca, es fundamental disponer de una carpintería metálica que aísle adecuadamente, evitando de esta forma que el calor exterior entre al interior” comentan desde Ventanas Izami.
Asimismo, para evitar que los grados suban en el interior, será preciso mantener las persianas de la vivienda bajadas, especialmente en las horas de mayor calor y cuando los rayos inciden directamente en la vivienda.
Al caer la noche, cuando las temperaturas comienzan a descender, es momento de abrir persianas y ventanas para lograr que la temperatura descienda, así como para ventilar.
Sin embargo, algunos ven esto último un gran problema, dado que el hecho de abrir de par en par las ventanas, suele llevar asociado la entrada en la vivienda de pequeños e incómodos insectos, como moscas y mosquitos, especialmente cuando se permanece en su interior con las luces encendidas.
En cualquier caso, existe una forma eficaz de evitar la entrada de insectos en las viviendas aun cuando puertas y ventanas se hallan abiertas completamente, y esa es la instalación de mosquiteras en puertas y ventanas, algo muy habitual en los ambientes rurales.
Sin duda, constituye la alternativa más eficiente al aire acondicionado.