Tras la complicada situación que los españoles y todos los ciudadanos en general vivieron en el año 2020, viéndose obligados a permanecer en sus casas por motivos sanitarios, los hogares adquirieron más relevancia que nunca. Fue entonces cuando muchas personas se dieron cuenta de lo importante que es el simple hecho de estar a gusto en su propio hogar.
En aquellos que tienen poca antigüedad a sus espaldas es habitual que la confortabilidad se apodere de quienes viven en el inmueble en cuestión. Sin embargo, sucede todo lo contrario en caso de que el estado de la vivienda deje un poco que desear.
A veces es solo un espacio de la casa o del piso el que conviene ser renovado, como por ejemplo el baño o la cocina. Pero, ¿qué pasa si hay que hacer lo propio con toda la vivienda? Es entonces cuando hablamos de una reforma integral. Tal vez creas que este proceso es muy complicado, pero nada más lejos de la realidad. Siguiendo los pasos que describiremos a continuación, todo termina incluso antes de lo previsto para que puedas empezar a disfrutar cuanto antes del soplo de aire fresco que le des a tu propiedad.
Antes de elaborar la lista de pasos, no hay que obviar un aspecto importante: para obtener el mejor resultado posible en todos y cada uno de ellos, es fundamental depositar la confianza en una experimentada empresa de reformas en Madrid o en la ciudad en la que esté ubicado tu inmueble. Si los profesionales en cuestión tienen una dilatada trayectoria a sus espaldas, tomarás una buena decisión contratando sus servicios.
Permisos
Uno de los muchos motivos que dan pie a que sea recomendable depositar la confianza en un equipo con mucha experiencia guarda relación con el hecho de saber exactamente qué permisos hay que pedir.
No es posible elaborar una lista definitiva, puesto que la burocracia cambia por completo en función del ayuntamiento. Eso sí, hay algo que siempre se mantiene intacto: el castigo en forma de sanciones y de parar la reforma en caso de que tenga lugar sin contar con las oportunas licencias.
Cambiar la distribución
El principal motivo que lleva a multitud de personas a querer hacer una reforma integral de su hogar se resume en no estar satisfechas con la distribución actual del mismo.
Introducir un cambio parece complicado, pero no lo es en absoluto, aunque los profesionales muy experimentados son los únicos que han de derribar las paredes. Y es que solo ellos saben qué muros son de carga.
Electricidad, gas, fontanería y otras instalaciones
Cuando ya se sepa exactamente cuál será el lugar de cada habitación, el baño, la cocina y el resto de espacios que conformarán la vivienda a reformar integralmente, llegará el momento de llevar a cabo una serie de instalaciones.
No hay nada peor que una casa con un suelo nuevo, las paredes recién pintadas y una distribución vanguardista que tenga unos enchufes antiguos o unos radiadores con demasiados años, los cuales han pasado factura alterando incluso su tonalidad. Para evitar este mal resultado a nivel visual y aumentar al máximo la eficiencia energética de la vivienda, hay que realizar diversas instalaciones desde cero o renovar las actuales.
Aplicar el revestimiento
Tras haber concluido cada instalación, toca aplicar el revestimiento que el propietario elija. En este sentido, las opciones disponibles son prácticamente infinitas.
Atrás quedan los tiempos en los que había pocos materiales entre los que elegir. A día de hoy, las alternativas son numerosísimas, habiendo adquirido una gran popularidad una en concreto que recibe el nombre de microcemento. Su éxito viene dado por la gran resistencia que tiene, lo bien que queda en cualquier superficie y los múltiples acabados por los cuales es posible decantarse.
Carpintería
¿Recuerdas que antes hemos mencionado el término de la eficiencia energética? Tanto las puertas como sobre todo las ventanas son esenciales a la hora de obtener un buen resultado, por lo que el paso de la carpintería es importantísimo.
No conviene escatimar al colocar ventanas que aíslen bien tanto del ruido como de las condiciones climatológicas. Así descansarás mejor al no tener que lidiar con la contaminación acústica y, tanto en verano como en invierno, gastarás menos con tal de disfrutar de una temperatura óptima en el interior del hogar.
Renovar cualquier equipo que se haya quedado anticuado
Desde el grifo de la bañera o la ducha hasta algún elemento de la cocina: no importa cuál sea aquel equipo que tenga demasiados años a sus espaldas, ya que una reforma integral no es satisfactoria al cien por cien si alguno de ellos no es sustituido por uno completamente nuevo.
Acabados y retoques
De nuevo, es reseñable que la lista de materiales y colores por los que cada propietario puede optar es casi interminable. Por ende, no te costará dar con alternativas que satisfagan tus gustos al cien por cien.
Limpiar y decorar
Cuando la reforma integral haya terminado, deberás limpiar a fondo y ya podrás empezar a darle un toque si cabe más personal introduciendo diversos elementos ornamentales. Hoy en día es fácil dar con productos decorativos que no solo son bonitos, sino que también resultan bastante prácticos.