La escayola ha sido, tradicionalmente, muy bien valorada en lo que a decoración de interiores se ha referido.
Basta llevar la vista a los techos para ver cómo las molduras han significado siempre el remate perfecto de salones y de salas palaciegas.
No se debe, sin embargo, confundir con el yeso pese a que muchos así lo hacen. La escayola tiene una historia basada en la pureza (90%), algo que ya marcaba la diferencia desde sus orígenes.
Las molduras de escayola que rodeaban los techos, con filigranas, muchos pensaron que dejarían de fabricarse con la llegada del minimalismo. Pero nada más lejos de la realidad, el uso de este tipo de soluciones se ha sumado también a las columnas, a capiteles llenos de detalles que acaban dando toques renacentistas a los salones más osados, a zonas comunes de comunidades que buscan la sofisticación y diferencia y a detalles decorativos innovadores que convencen a los interioristas por la ligereza que aportan.
¿Cuáles son las tendencias de este tipo de productos?
Pese a que la mayoría conoce las soluciones que ofrecen como moldura y remates de techos, lo cierto es que hay ciertas tendencias que están más de moda que nunca.
“Cada vez son más las viviendas que optan por la creación de chimeneas de escayola. A la elegancia y simplicidad de formas, se le une el poder hacerlas a la carta, con las medidas que se quiera y, sobre todo, diseñándolas en su totalidad. El precio, además, es también un aliciente para apostar por soluciones en este material” explican desde Moldeal Fabricados de Escayola.
Pero, no solo se quedan las opciones en las chimeneas. Los frisos solucionan de una forma elegante cualquier imperfección de la pared (cada vez más habitual al ser lisas), ofreciendo diseños de vanguardia que cambian por completo, por ejemplo, los pasillos y habitaciones infantiles. Junto con los baquetones, permite jugar con la pared para ofrecer una imagen totalmente actualizada de las zonas de paso sin complicar la decoración o incrementar costes de forma desmedida.
Muchos también han optado por ocultar pilares dando forma de columna, haciendo de este elemento algo decorativo que sirva para dar un toque original a las estancias, jugando con pilastras y capiteles que recuerdan a otras épocas y tendencias artísticas.
Todo se basa en eso: la ligereza de un elemento de lo más versátil y a un precio mucho más interesante de lo que puede pensarse.