Si hay un problema que trae de cabeza a los administradores, esas son las fugas o filtraciones de agua en los edificios que gestionan. Se trata de un problema mucho más común de lo que se piensa, pero que, si no se cuenta con profesionales que sean capaces de determinar cuál es la solución, se alargará en el tiempo.
Los factores relacionados con el clima, como la lluvia, la nieve y la humedad, pueden provocar fugas y problemas de agua en los edificios que acaben planteando filtraciones, goteras o incluso inundaciones.
¿Cómo afrontar el mantenimiento?
En primer lugar, es clave pensar que prevenir suele ser mejor que al final lamentar. En el momento que hay indicios de que el agua corre con libertad provocando filtraciones, es el momento de poner al corriente a profesionales Multiarreglos capaces de determinar qué actuaciones hay que desarrollar para evitar que vaya a más.
La inspección y el mantenimiento periódicos de techos, canaletas y bajantes pueden ayudar a prevenir fugas y problemas de agua. Esto incluye limpiar canaletas y bajantes con regularidad para garantizar un drenaje adecuado y comprobar si hay daños o desgaste en el techo.
La instalación de selladores de alta calidad alrededor de ventanas y puertas puede evitar que el agua se filtre por huecos y grietas en los domicilios, por lo que una revisión y actuación a tiempo evitará que sea el lugar por el que pueda entrar.
Cuando ocurren fugas y problemas de agua, es esencial identificar la fuente del problema y evaluar el alcance del daño. La implementación de intervenciones inmediatas, como cerrar el suministro de agua o cubrir las áreas expuestas, puede evitar daños mayores cuando es incontrolable.
“Hay casos en los que la fisura entre la tela asfáltica y los desagües es mínima, pero eso acaba provocando filtraciones. Dar con el problema y solucionarlo, así como hidrofugar paredes y suelos que sirven de cubiertas, es clave para garantizar zonas secas” explican desde Multiarreglos.
Además, hay que tener en cuenta el riesgo que puede suponer la entrada de agua en instalaciones, por ejemplo, eléctricas, más allá de los daños estéticos en pintura, suelos o incluso mobiliario.
En estas situaciones, que el administrador cuente con una cartera de profesionales que trabajen rápido para poder encontrar la solución adecuada en tiempo récord es clave. Una buena cartera de proveedores de servicios que agilicen los avisos y, prácticamente 24/7 den respuesta a la demanda es clave para que el mantenimiento integral de los edificios sea todo un éxito.